El pueblo judío estaba esclavizado por el pueblo egipcio. Esta situación duró demasiado tiempo, justo hasta la llegada de Moisés, un hombre que será el salvador de su pueblo, que por fin se verá liberado del yugo de los egipcios.
Moisés es el único que se atreve a desafiar al faraón Ramses. Tras una serie de plagas sobre Egipto, anunciadas por Moisés, éste libera a más de medio millón de esclavos judíos, los cuales huyen de Egipto.

La huida no es fácil, pues tendrán que cruzar desiertos e incluso el mar, mientras son perseguidos por los egipcios, a los que no les hace demasiada gracia que sus esclavos huyan, pues se quedan sin mano de obra y su autoridad se ve cuestionada.

Todos los esclavos siguen a Moisés, el cual los llevará a la tierra prometida, aunque para ello tendrán que hacer sacrificios, pues pese a contar con la protección de este gran hombre, el camino es largo y muy duro.